
El arte nace para compartirse. Una canción que nadie escucha. Una pintura que nadie ve. Una representación que nunca se pone en escena son emociones, historias, mensajes que se pierden en el olvido. Los creadores realizan sus obras para compartirlas. Para que pasen a formar parte de la cultura de la sociedad. Para que sus creaciones pasen a pertenecer a la gente y les dote de nuevos significados. En definitiva, para cambiar el mundo.