La inclusión se puede entender de muchas formas. Integrar al inmigrante, igualar derechos entre géneros, ofrecer igualdad de oportunidades a diferentes etnias… pero muchas veces olvidamos integrar lo más cercano.
Y es que parece que la “obsolescencia programada” también se diera en los humanos y tendemos a ignorar a nuestros mayores. Una idea que, ya sólo en el plano teórico, debería resultar absurda.