Los entornos rurales son el pulmón y vida de las sociedades modernas. El contacto con la naturaleza es muy estrecho en estos lugares que se convierten en la primera línea de protección del medio ambiente. Por eso es importante educar a los menores en el cuidado de su entorno. Y la mejor manera de que se preocupen es conocerlo, entenderlo y, así, amarlo y protegerlo.