
Convivir es compartir un espacio. Parece una afirmación obvia, pero la realidad nos demuestra que no es así. En rigor, todos los seres humanos convivimos en un mismo espacio, el planeta Tierra. Otra obviedad, ¿verdad? Sin embargo, los problemas surgen al levantar fronteras artificiales. Al diferenciar “los tuyos” de “los otros”. Y ahí deja de existir la convivencia.