Es muy triste ver las calles sin niños y niñas; y los centros escolares vacíos; y los parques en silencio. Es lo que toca, la orquesta está en silencio y de este silencio hemos de sacar la fuerza para los próximos momentos por compartir, en donde podamos de nuevo abrazarnos y contagiarnos con miles de sonrisas.
Mientras tanto, nuestro recuerdo a los artistas, en momentos difíciles y a los maestros y profesores. Y lo hacemos con violines imaginarios de música en armonía de agradecimiento.