El CEIP Antonio Ferrandis (Paterna, Comunidad Valenciana) ha sacado gran provecho al último tramo de 2020.. Lo ha hecho con el Teatro, a través de la artista María Colomer, quien nos deja lo más destacado de unos meses muy intensos y productivos.
“Quizá lo más significativo es el respeto a las diferencias culturales, étnicas. Es una situación de conflicto que viven en el barrio y en ocasiones traspasa los muros de la escuela. Lo hemos abordado en las sesiones, la diversidad es una riqueza, y hemos tenerlo presente y reflexionar sobre ello. Hemos jugado mucho con la aceptación, la escucha y hemos dado la posibilidad de que apareciera la propuesta de elaborar una historia sobre las situaciones por el grupo mismo y abordar su gestión”, comenta sobre su experiencia María Colomer.
“Al plantear el trabajo de la gestión y expresión de las emociones, de la escucha, se ha incidido en la expresión global, tanto corporal como verbal, insistiendo en las palabras ajustadas. Dar espacio a la improvisación y a la creación dramática desde pequeños grupos favorece la participación y la iniciativa personal. En este trimestre nos hemos planteado grabar algunos momentos de las sesiones y mostrarlos al grupo, para fomentar el distanciamiento y la autocrítica, reflexionar y ser más consciente de lo que se hace y se dice”, prosigue la artista.
“La cuestión de la creatividad va mejorando, cuesta ir más allá de un símil o réplica de la cotidianeidad — estamos demasiado embebidos/as de realities —, entrar en el imaginario, dejar que la fantasía aparezca y jugar con ella“.
El Programa y su importancia
“El Programa es importante, fundamental, ya que permite un espacio de expresión, de libertad, en el que no se sienten juzgados/as , aunque sí valorados/as como personas. Gracias a él van entendiendo que hay muchas maneras de hacer, de ser, y todas ellas son válidas, todas tienen espacio y sentido en ese lugar común que es la sesión MUS-E”.
Las familias
“En el trabajo con las familias se ha dedicado fundamentalmente a la escucha, trabajando juegos y dinámicas, principalmente grupales. Fueron muy conscientes de la importancia de la escucha, del respeto, y de la necesidad de expresarse y de ser escuchada y aceptada. En algunas madres había reticencias en un principio a participar, pero conforme avanzaba las sesiones iban entendiendo que no corrían ningún peligro, todo lo contrario, pasara lo que pasara la sesión es un lugar seguro , en donde se pueden expresar, hacer, decir sensaciones, sentimientos , ideas, pensamientos, donde se es aceptada“.
“El equipo del centro está muy implicado con el Programa MUS-E y viene a la formación con muchas ganas, de pasarlo bien, de conocer a sus compañeros/as más allá de las reuniones de claustro y de experimentar vivencialmente lo que es el Programa, de expresarse, de trabajar determinados temas desde otro lugar, como la gestión de las emociones, la memoria, el distanciamiento”, concluye María Colomer.
El trabajo en el CEIP Antonio Ferrandis se articula a través de la FYME, del Ministerio de Educación y Formación Profesional, de la Fundación Probitas,de la Conselleria d’Educació, Investigació, Cultura i Esport y de la Vicepresidència i Conselleria d’Igualtat i Polítiques Inclusives, además del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.