El arte no solo es una expresión estética, sino también un valioso repositorio de la memoria colectiva. Conservar y transmitir las obras artísticas a las siguientes generaciones permite mantener viva la historia, las emociones y las experiencias de una comunidad. Así, el arte se convierte en un puente entre el pasado y el futuro, asegurando que los aprendizajes y las vivencias de hoy sigan influyendo en las generaciones de mañana.
En el CEIP Valdemera de Velilla de San Antonio, esta idea ha cobrado vida a través del trabajo del artista de artes escénicas Mario Marcol. A lo largo del curso, se ha creado un “rincón MUS-E” en el colegio, un espacio destinado a conservar las obras realizadas por los alumnos en colaboración con los artistas del programa MUS-E a lo largo de los años. Esta iniciativa no solo destaca el talento y la creatividad de los estudiantes, sino que también resalta la importancia de valorar y preservar las experiencias artísticas en la educación.
Mario Marcol comparte:
El colegio Valdemera de Velilla de San Antonio lleva siendo centro MUS-E muchos años, pero este curso se ha creado una zona en el colegio donde poder recopilar trabajos hechos en las sesiones MUS-E por los distintos artistas del centro
Este rincón se convierte en un testimonio tangible del impacto positivo que el arte tiene en la formación integral de los niños y niñas, celebrando el cierre de un ciclo educativo lleno de creatividad y aprendizaje.
El programa es posible gracias a la colaboración del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, la Consejería de Educación, Universidades, Ciencia y Portavocía de la Comunidad de Madrid, la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Velilla de San Antonio y el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 a través de su convocatoria del 0,7%.