Experimentamos con garabatos en el IES Rafael Fruhbeck de Burgos, en Leganés

 

El garabato es el primer medio de comunicación que tiene un niño. Al no tener aún plena constancia de cómo funciona el mundo y las personas que les rodean, los garabatos funcionan como una primera visión al mundo interior de los niños y niñas. Reflejan sus emociones, sus seres queridos, sus aficiones, su día a día, etc., mediante simples dibujos que se irán complejizando a medida que crezcan y aprendan a conformar mejor los elementos del mundo.

Por esa razón, dibujar sin tener una idea formal de qué exactamente dibujar, es decir, garabatear, se hace menos y menos popular a medida que crecemos, hasta que se aparca en un rincón de nuestro cerebro como “algo que hacíamos de pequeños”. Pero no tiene por qué ser así.

Si nos fijamos en grandes artistas, tanto anteriores como actuales, vemos que garabatear era y es una práctica muy común en ellos, ya que les permite ordenar sus ideas mentales, relajar su mano y su muñeca y aliviar el estrés antes de encararse con esquemas artísticos más complejos.

Pero garabatear no solo es muy útil para los grandes artistas, sino también para todas las personas, como varias prestigiosas universidades, como la de Harvard o la de Plymouth, han indicado en sus recientes estudios. Garabatear presenta varios beneficios, ya que involucra las funciones ejecutivas en nuestro cerebro, es decir, aquellos recursos que nos permiten planificar, concentrarnos y realizar multitareas.

Los alumnos y alumnas del IES Rafael Fruhbeck de Burgos, en Leganés, ya han vuelto a sus años de la infancia para redescubrir los garabatos. Acompañados por Ramiro Adrada, artista colaborador de la metodología MUS-E, realizaron una actividad que consistía en, primero, imaginar un viaje de un sitio que no les gusta a un sitio que si les gusta, para posteriormente reflexionar sobre lo que sentían en dichos espacios… ¿Viajamos muchas veces de una emoción a otra? ¿Del aburrimiento a la diversión? ¿De los nervios a la calma?

Después, por grupos, plasmaron dichos viajes por medio del garabato infantil, obteniendo diferentes líneas que se cruzan, sobre las cuales descubrieron dibujos y formas que resaltaron y dieron color. Su trabajo se conformó en murales repletos de palabras y mensajes positivos como la pasión, la lucha, siente, que se colgaron en el aula.

El Programa en Madrid es posible a través de la FYME y gracias al acuerdo suscrito con la Consejería de Educación, Universidades Ciencia y Portavocía  de la Comunidad de Madrid, la Consejería de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Leganés. Además han participado y colaborado también la Comunidad de Madrid mediante la subvención del 0,7% del IRPF y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de su convocatoria del 0,7%.

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