El CEIP Eduardo Morillas, de Melilla, se viste de magia en Carnaval

El carnaval es una oportunidad para que la gente se divierta y se relaje, y para que las comunidades celebren juntas en un ambiente de alegría y camaradería. Es una tradición que se remonta a la Edad Media, y que ha evolucionado y adaptado a lo largo de los años para convertirse en una celebración popular en todo el mundo.

Con motivo del Carnaval, y acompañados por la artista de teatro María Mansilla, colaboradora con la metodología MUS-E, el CEIP Eduardo Morillas, de Melilla, se transformó en una auténtica escuela de magia. Los niños y docentes se unieron en una aventura llena de creatividad, diversión y mucha magia.

Entre risas y diversión, los pequeños se sumergieron en la verdadera magia de la interpretación, dejando volar su imaginación y mostrando sus grandes dotes interpretativas. Con la ayuda de los docentes, lograron crear un ambiente mágico en todo el centro, convirtiéndolo en la mismísima escuela de magia de Hogwarts.

Fue un trabajo en equipo, donde los docentes no dudaron en sumarse a esta locura del artista. Los niños disfrutaron muchísimo, queriendo repetir en otras sesiones. La creatividad y el ingenio se apoderaron del lugar, decorando cada rincón con la magia que solo los más pequeños pueden crear.

Esta actividad especial demostró una vez más que la creatividad y el trabajo en equipo son esenciales para el aprendizaje y la diversión de los más pequeños.

Esta iniciativa no solo es una muestra de la capacidad de los niños para crear y disfrutar, sino que también demuestra la importancia de la educación lúdica y la creatividad en el aprendizaje. Actividades como esta permiten que los niños aprendan de una manera diferente, desarrollando su imaginación y habilidades interpretativas, mientras se divierten en un ambiente seguro y enriquecedor.

La magia y el ingenio se apoderaron del centro educativo, creando un ambiente mágico en el que los niños y docentes disfrutaron al máximo. Este tipo de actividades son esenciales para el aprendizaje de los niños, ya que les permiten desarrollar su imaginación y habilidades interpretativas, mientras se divierten en un ambiente seguro y enriquecedor. Sin duda, una experiencia única que todos los participantes recordarán por siempre.

El Programa en Melilla es posible a través de la FYME y gracias al acuerdo suscrito con el Ministerio de Educación y de Formación Profesional. Además han participado y colaborado también la Consejería de Bienestar Social de la Ciudad Autónoma de Melilla y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de su convocatoria del 0,7%.

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