Cuando hablamos de igualdad entre géneros, lógicamente no nos referimos a que hombres y mujeres seamos iguales. Biológicamente somos diferentes, Y esa diferencia es bienvenida y necesaria.
Nos referimos a la igualdad de derechos y oportunidades. A cuestiones que afectan a uno de los géneros pero no al otro (por ejemplo las estadísticas acerca de violencia sexual contra mujeres son abrumadoras frente a los mismos actos contra hombres).
Parece que esta distinción es obvia y no haría falta tener que abrir esta entrada con ella, ¿verdad? Al fin y al cabo, prácticamente desde la llegada de la democracia a España se trabaja la igualdad desde distintos ámbitos de la sociedad. También en las aulas.
Sin embargo, cuando parecía que el debate estaba cerca de ser superado y tanto las mujeres como los hombres habían asumido esta certeza, resulta que en los últimos años se observa por parte de los expertos una serie de datos, cuanto menos, inquietantes:
- En septiembre de 2021 el Barómetro “Juventud y Género. Identidades, representaciones y experiencias en una realidad social compleja” del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de FAD revelaba que ha aumentado el porcentaje de jóvenes que niegan la violencia machista y/o lo considera un invento ideológico.
- El II Congreso Internacional sobre masculinidades e igualdad: educación para igualdad y coeducación que se celebrará en octubre por la Universidad de Elche ha recibido multitud de artículos académicos sobre este tema que han recopilado en un libro que puede verse (no completo) aquí y que refleja muchos de estos datos como, por ejemplo, que según las estadísticas de INE de 2021 en los últimos años se ha observado un aumento de las violencias machistas recibidas y EJERCIDAS por la población adolescente.
Una simple búsqueda permite cotejar las cifras y ver que es necesario actuar sobre la educación que están recibiendo esta población joven. Muy joven para entender y recordar de dónde venimos.
Por eso hemos desarrollado y puesto en marcha el programa GenerArte para sensibilizar y concienciar desde entornos educativos a los jóvenes y adolescentes de centros educativos, institutos y universidades contra las distintas formas de violencia contra las mujeres. El objetivo final es conseguir una prevención efectiva de una forma práctica y participativa desde el arte y empleando herramientas innovadores desde nuestra contrastada metodología MUS-E.
Una forma de transformarse y transformar el entorno en el que viven aportándoles una perspectiva de género en pos de la igualdad efectiva y, sobre todo, real. Por eso se potencia la valoración y la igualdad de tratamiento tanto en el ámbito privado como, en este caso, el público.
Al mismo tiempo, se pretende un trabajo en red que involucre a la comunidad educativa, las familias y el barrio mediante el asesoramiento y formaciones específicas de los docentes y familiares.
Se busca su involucración en las acciones para que sean y se sientan partícipes del proceso educativo de sus hijos e hijas y trabajar juntos en la coeducación y el desarrollo personal de los jóvenes.
En cuanto a los alumnos, se busca, sobre todo, el desarrollo personal incidiendo en la comunicación asertiva y no sexista creando espacios seguros en el aula a través del arte. Que el aula se convierta en un espacio donde poder expresarse libremente y compartir inquietudes, problemas, aspiraciones y metas sin juzgar o ser juzgados.
Por eso se trabaja en la puesta en valor de las diferencias de género como algo sobre lo que reflexionar y romper con los estereotipos asociados a los mismos. En esa línea se potencia el empleo de un lenguaje no sexista y desproveer a los sentimientos y su expresividad de estas connotaciones.
Este programa es posible gracias al acuerdo suscrito por FYME con el Ministerio de Igualdad.