“Con la situación existente hemos tenido que adaptarnos mucho para poder colaborar y realizar el Programa lo más adecuadamente a los contenidos y objetivos planteados”, señalan desde el centro educativo. “Los grupos se han ido completando con distintas clases. No se podría hablar de un sólo grupo pues se ha trabajado amoldándose a las necesidades de cada uno de los participantes y sus situaciones personales. Por tanto más que nunca flexibilidad y adaptación a la diversidad”.
“En este grupo se ha conseguido una gran colaboración por parte del centro para que cada niño cuente con un cuidador durante la sesión. En general la evolución ha sido favorable en todos los grupo, la metodología de trabajo ha de ser muy flexible, pues cualquier cambio afecta a los usuarios y a la realización de las sesiones”.
«Los alumnos/as de este centro de Educación Especial dependiente de la Consejería de Educación de Extremadura, tienen muy asumido que hay determinadas pautas como abrazos, besos y caricias, han de ser limitados. Pero ello no implica que el afecto y el calor humano estén presentes en el aula. Por ello, desde el momento que se empezaron a diseñar las sesiones y la programación, pusimos especial énfasis en desarrollar la afectividad, la confianza y la afectividad, dentro de las medidas establecidas.
»Para ello disfrutamos un día de la práctica de asanas en pareja, para experimentar lo que supone construir una figura teniendo en cuenta al otro. Como en algún momento puede suponer una ayuda y en otro un condicionante o una dificultad añadida que hay que superar. Lo cierto es que el resultado fue un absoluto triunfo en el que se superaron todos los obstáculos con la colaboración de alumnos y profesores. Fotos 1, 2, 3.
»Este año hemos formado un grupo muy especial con los niños más pequeños que participan en el MUS-E y con los que dadas sus condiciones particulares su participación en las sesiones estaba quedando limitada. Este grupo nos ha dado la oportunidad de saltarnos muchas barreras, gracias a la colaboración de profesores e incluso personal no docente del centro, que día a día trabaja con los niños y que se han prestado a participar en las sesiones y ser las manos y pies de cada uno de los niños para que pudieran dejar a un lado sus sillas y experimentaran el moverse en libertad, viendo además como lo hacen también el resto de sus compañeros que normalmente están también en sus sillas. La experiencia ha sido maravillosa. Fotos 4, 5.
»Como ya se describió en otra ocasión es un Centro de Educación Especial hemos tenido que adaptarnos mucho para poder colaborar y realizar el programa lo más adecuadamente a los contenidos y objetivos planteados.
»Los grupos se han ido completando con distintas clases. No se podría hablar de un solo grupo pues se ha trabajado amoldándose a las necesidades de cada uno de los participantes y sus situaciones personales. Hay que decir que este año, los grupos se encuentran más equilibrados. En general la evolución ha sido favorable en todos los grupos. Aunque es más observable en aquellos individuos que han asistido continuadamente a las distintas sesiones. Bien es cierto que debido al centro en el que se realizan las sesiones al ser de Educación Especial, la metodología de trabajo ha de ser muy flexible, pues cualquier cambio afecta a los usuarios y a la realización de las sesiones».
El Programa es posible en el CEE Proa a través de la FYME y en virtud del acuerdo con la Consejería de Educación y de Empleo de la Junta de Extremadura. La Consejería de Sanidad y Servicios Sociales , además del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de su convocatoria del 0,7% también han colaborado en estos trabajos.