
Dentro del proyecto ‘Arte en Escena’ e impulsado por el Legado Gandarias, ‘Gernika’, de Sofía Gandarias, sigue su itinerancia por Italia y se expondrá desde el pasado 3 de agosto al 31 de agosto en Asís, en la Sala San Gregorio Magno, situada en la confluencia de Via Bernardo da Quintavalle y Via San Gregorio.
De esta forma ‘Gernika’ prosigue su estancia en Italia, donde la de Asís es su quinta parada tras su estancia en junio en el Palazo D’Avalos, en Vasto, a la que hay que unir la estancia en la Cripta de la Catedral de Fermo, entre marzo y mayo, la estancia de Roma, en la Iglesia de Santa María de Montserrat de los Españoles, entre enero y marzo de 2019. Antes, en 2018, la obra estuvo expuesta en la Abadía Benedictina de Santo Domingo de Silos y en la Cripta de la Basílica de San Miniato al Monte (Florencia).
Durante el mes de agosto, en la Sala San Gregorio la muestra de Sofía Gandarias convivirá con actuaciones musicales correspondientes al festival de Música “Assisi Suono Sacro” — cuyo programa puedes consultar aquí — un proyecto musical en torno a la ciudad de Asís y al universo musical que le resulta más natural: la música sagrada entendida como música universal y, en general, espiritual.
‘Gernika’, una completa narrativa del dolor
El tríptico ‘Gernika’, que Gandarias dedicó a su ciudad natal y que es propiedad del Museo de la Paz de la ciudad vasca, representa una aventura sin precedentes de belleza, de fe de y esperanza.
Las tres escenas y los cinco bocetos que componen la exposición son unas piezas evocadoras que representan la violencia y la guerra experimentadas a través del drama de los colores. Las imágenes inusuales de las mujeres y el reloj en la fachada de la iglesia que marca el momento del ataque, dan una completa narrativa al visitante del terrible ataque aéreo que destruyó la ciudad vasca el 26 de abril de 1937, dentro la Guerra Civil que se extendió en España de 1936 a 1939.
De acuerdo con las convicciones éticas más profundas, este trabajo pretende representar un compromiso directo con las elecciones democráticas y civiles. De hecho, Gernika, la ciudad mártir vasca, es una de las imágenes más representativas del siglo XX por su valor simbólico y se considera ‘Icono de la Paz’.