José Manuel Barrientos: “En estos momentos de tantas dificultades, de pandemias, de tantos sinsabores, cuando los problemas se nos agolpan sin descanso, proyectos como el MUS-E nos permiten ver siempre la salida en medio del túnel”

José Manuel Barrientos, primero al fondo desde la izquierda, en un encuentro pasado del Patronato en la Fundación Yehudi Menuhin España.

José Manuel Barrientos era el director del CEIP Vicálvaro cuando este centro fue uno de los primeros en iniciar el MUS-E. De aquellos inicios, de la visita de Yehudi en 1998 o de la vigencia del MUS-E en la actualidad nos habla en esta entrevista. Actualmente, José Manuel Barrientos representa a los equipos directivos de los centros en el Patronato dela Fundación Yehudi Menuhin España.

1-Director del CEIP Vicálvaro cuando se inició el Programa MUS-E: ¿Qué recuerdas de los primeros tiempos?

El Programa MUS-E debía comenzar en septiembre de 1996 ya que hubo una convocatoria en el BOE en febrero de este año y una resolución con la selección de centros en abril. Digo debía, porque coincidió con el cambio del gobierno de la nación de Felipe González por el de José María Aznar. 

Algunos de los que llegaron a la nueva Administración no habían oído hablar de este proyecto por lo que me toco ir BOE en mano para pedir la puesta en marcha del MUS-E. Por otra parte los directores estábamos “huérfanos” pues no contábamos con la ayuda que hoy presta la Fundación Yehudi Menuhin España.

Desde el primer momento comprendimos que de todos los proyectos que en el colegio teníamos éste era, sin duda, el que de más calidad y el que mejor podría integrar a los alumnos, sobre todo, a los más desfavorecidos.  

2-¿Cómo fue el inicio del Programa en su centro?

Hubo reticencias por parte de algunos inspectores ya que no entendían que este proyecto se tenía que impartir en horario lectivo. Así que no fue fácil el comienzo pero la ilusión y el entusiasmo que en el proyecto teníamos los que desde el primer momento creímos en él, hizo que poco a poco se solventaran los problemas.

En enero de 1997 visitó el colegio el Secretario de Estado de Educación D. Eugenio Nasarre y le pedí que se pusiera en marcha el MUS-E  y gracias a él, a mediados de marzo comenzamos el ansiado proyecto.

Se incorporaron  dos artistas de Teatro y una de Danza, artistas de reconocido prestigio que pronto se integraron en el colegio. Los alumnos asistían a estas clases expectantes porque eran totalmente distintas al resto de materias. El colegio tenía alumnos de distintas nacionalidades y otros de especial dificultad y, sin embargo, en estas clases era donde todos más y mejor participaban. 

Como a las clases asistían los tutores de los alumnos, tanto en Danza como en Teatro, se procuraba, si era posible, continuar con contenidos que en alguna de las áreas se estaban impartiendo. Por ejemplo si habían estudiado una poesía en la clase de teatro se “teatralizaba”. Si estaban dando en clase los conjuntos, en Danza los alumnos los hacían, deshacían o formaban toda clase de conjuntos pero danzando. Los alumnos asistían con  gran alegría a estas clases a pesar de la disciplina que había que mantener en ellas. 

La Fundación al principio no tenía un lugar fijo ni una persona que le diera continuidad, iniciándose con colaboradores y amigos de Yehudi Menuhin, y a partir del 2001, se creó una estructura formal, con un equipo que supimos todos dinamizaba el trabajo y las actuaciones.

3-¿Cómo fue la visita de Yehudi a su colegio?

El colegio tenía frecuentes visitas de distintas personalidades o autoridades ya que al estar en un barrio, en aquel entonces, de clase media baja y de tener un 15% de alumnos desfavorecidos, un 10% de alumnos de etnia gitana que acudían al centro desde el poblado situado a más de tres kilómetro del barrio y alumnos de más de 20 nacionalidades, sin embargo el colegio tenía un aceptable nivel de funcionamiento, gracias a un  claustro muy motivado y entregado  y a unos padres muy colaboradores. Por otra parte el colegio estaba inmerso en distintos proyectos tanto locales, como nacionales e internacionales.

Cuando me anunciaron que visitaría el colegio Yehudi Menuhin, en diciembre de 1998, me advirtieron que estaría 45 minutos, que el director hablaría tres y el tiempo que estaría en las aulas que iba a visitar. Nunca había tenido una visita tan minutada. Luego estuvo dos horas y media. 

Visitó el aula de Danza y se entretuvo especialmente con alumnos de etnia gitana que le dijeron que ellos lo que más les gustaba era tocar y cantar como Camarón. 

Habían llegado hacía pocos días unos hermanos que fueron rescatados de una nave abandonada en el polígono industrial de Vicálvaro. Apenas sabían hablar pues habían estado muy abandonados. Yehudi comprobó lo felices que eran danzando con los demás. Indudablemente la Danza y el Teatro les  iban a ayudar a una pronta integración.

Posteriormente se reunió durante una hora con el equipo directivo interesándose por las actividades que en el colegio se desarrollaban y aconsejándonos cómo se podían mejorar y lo mucho que le había gustado el desarrollo del proyecto en el colegio pues se estaban cumpliendo las expectativas para lo que él había soñado: que los alumnos desfavorecidos a través del MUS-E se integraran en el centro.

Yehudi Menuhin es la personalidad de cuantas he conocido que más me ha impresionado por su afabilidad, sencillez y sabiduría. Entre lo mucho que este gran maestro ha dejado escrito siempre me ha llamado la atención este pensamiento: “Debemos dar a los niños la posibilidad de entregar su imaginación y su energía a una actividad que les haga descubrir un mundo diferente al miedo y a la agresividad”. 

4-¿Alguna anécdota de la presentación de la Fundación Yehudi Menuhin España en la sociedad de autores?

Al abandonar el colegio Yehudi Menuhin me dijo que al día siguiente le ponían la medalla de oro en la Sociedad General de Autores y que le gustaría que asistiera. La sala donde se iba a desarrollar el acto se llenó enseguida por lo que cedí el asiento a alguna de las señoras y me puse de pie al final de la sala con más personas que no habían encontrado asiento. Al dar las gracias tras la imposición de la medalla Yehudi Menuhin dijo, entre otras cosas, que lo suyo no era importante que lo importante era lo que hacía aquel señor alto que estaba de pie — mido 1’94 metros —, en el colegio Vicálvaro. Al terminar el acto enseguida me cogió del brazo y me presentó a distintas personas a  las que les decía que tenían que visitar el colegio. Entre ellas me presentó a la princesa Irene de Grecia que tiempo después visitó el Centro. Por la noche dirigió en el Auditorio la Orquesta Nacional y también me dio la correspondiente invitación. Allí me presentó a la reina Sofía con la que estuve departiendo unos momentos. Tanto ella como su hermana la princesa Irene habían sido alumnas de Yehudi Menuhin.  

Cuando murió meses después me publicó una carta el diario ‘El País’ porque todos los obituarios tras su fallecimiento hablaban de él desde su faceta como músico pero ninguno hablaba de la Fundación que había creado para que los alumnos de Europa más desfavorecidos tuvieran una más fácil integración en los colegios a través de las artes.

5-¿Qué destacaría de lo que aporta el MUS-E a los niños y niñas?

Entre sus objetivos podemos destacar:

  • Evitar el racismo y la xenofobia.
  • Desarrollar la capacidad de reaccionar positivamente y de forma creativa a presiones de todo tipo.
  • Contribuir al desarrollo de una dinámica social basada en la confianza y el respeto.
  • Facilitar la prevención de los riesgos que aquejan a los jóvenes (violencia, deserción social, droga, etc.).
  • Contribuir a la creación de una nueva mentalidad que pueda devolver al hombre su humanidad.

Cabe añadir que lo importante dentro del proyecto MUS-E es el proceso. Basado en una Metodología donde no hay diferencia entre la práctica y el propio proceso de investigación y donde el juego tiene un papel fundamental.

Precisamente la personalidad propia de los distintos lenguajes artísticos hace que lo activo, lo grupal con atención a lo personal sean prioritarios.

El desarrollo del gusto y la sensibilidad, propio de los lenguajes artísticos, funcionan también como vehículo de comunicación.

En un reportaje que la periodista Lola Lara hizo, después de tres semanas de “vivir” en nuestro Colegio para el número 299 de la revista Cuadernos de Pedagogía, se puede leer lo que la profesora de Danza, María Europa Guzmán, dice: “Al principio de iniciar las clases tanto payos como gitanos protegían sus manos con las mangas de la prenda que llevaban puesta cuando tenían que entrelazarlas. Sin embargo, en la actualidad se puede observar que se cogen con total naturalidad y no oponen resistencia alguna a la hora de formar parejas de baile o grupos y tener que mezclarse alumnos de diferentes etnias o chicos y chicas. Ahora no se observan actitudes de rechazo en el colegio”

Sólo con lo anterior creo que nos podíamos dar por satisfechos, pero hay más. En la evaluación que del proyecto se hace se puede constatar que los alumnos son más tolerantes, aprenden a compartir, a expresarse mejor, a escuchar, tienen una mayor responsabilidad, saben trabajar juntos, respetan ideas distintas, conocen costumbres diferentes, se advierte una mayor disciplina en todas las actividades, incide favorablemente no sólo en el propio alumno sino en la marcha general del Centro, a través de sus trabajos hemos llegado a conocer a los alumnos más profundamente.  

6- ¿En qué ha cambiado la sociedad en estos años y que pude seguir aportando MUS-E? ¿Es más o menos necesario?

Los que hemos llevado tantos años en esta bendita profesión podemos constatar que proyectos como el que nos ocupa sirven de acicate para trabajar con más ilusión y entrega con nuestros alumnos y sobre todo con los más necesitados, por lo que personas, organismos e instituciones que auspician proyectos como el MUS-E y ayudan a niños con tantas carencias sociales, deben quedar permanentemente en nuestro recuerdo fundamentalmente para los que desde la escuela trabajamos por una sociedad mejor.

En estos momentos de tantas dificultades, de pandemias, de tantos sinsabores, cuando los problemas se nos agolpan sin descanso, proyectos como el MUS-E nos permiten ver siempre la salida en medio del túnel que, algunas veces, parece no encontramos.

Dice Cora Wels que cuando soñamos solos, sólo es un sueño. Pero cuando soñamos juntos, el sueño se puede convertir en realidad. Por un MUS-E integrador, innovador y con un claro futuro les invito a todos a soñar conmigo.

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