Las emociones son una parte integral de nuestra vida y pueden tener un gran impacto en nuestra salud mental y bienestar. Por eso, es importante aprender a reconocer y gestionar nuestras emociones de manera efectiva, especialmente durante la adolescencia, cuando se producen muchos cambios físicos y emocionales.
Desde la metodología MUS-E damos una gran importancia a la salud mental y al aprendizaje de una correcta gestión de las emociones y sentimientos desde una temprana edad.
Es por eso que la artista de teatro María Mansilla ha llevado a cabo una emocionante sesión de trabajo emocional con los alumnos y alumnas del CEIP Hipódromo de Melilla, que ha sido una experiencia enriquecedora y transformadora para todos los involucrados.
En esta sesión de trabajo emocional, los niños tuvieron la oportunidad de compartir sus sentimientos con sus compañeros y aprender a reconocer diferentes emociones, gracias a una dinámica muy divertida y creativa.
La sesión tuvo lugar al aire libre, cerca del mar, lo que añadió un ambiente muy especial a la experiencia. Los niños se divirtieron dibujando caritas en globos, cada una representando diferentes emociones, y luego tuvieron que elegir la que mejor reflejara cómo se sentían en ese momento.
Esta actividad fue muy efectiva para ayudar a los niños a reconocer y nombrar sus emociones, algo que puede ser difícil para muchos de ellos. Al compartir sus sentimientos con los demás, los niños también aprendieron a expresarse de manera más efectiva y a comprender que no están solos en sus sentimientos.
Pero la sesión de trabajo emocional fue mucho más que solo reconocer emociones. Los alumnos también aprendieron a manejar y transformar emociones negativas en positivas. Aquellos que eligieron la tristeza pudieron transformarla en otra emoción más positiva, como la alegría o la gratitud.
Además, algunos de los niños tuvieron la oportunidad de resolver conflictos entre ellos. Gracias a la apertura y sinceridad de los participantes, algunos de los conflictos se resolvieron con un simple abrazo, lo que demuestra que la comunicación efectiva y la empatía son clave para superar los desacuerdos.
Al trabajar juntos y compartir sus sentimientos, los niños aprendieron lecciones importantes que les servirán durante toda su vida. Aprender a reconocer y gestionar las emociones es esencial para el bienestar emocional, y es una habilidad que todos podemos y debemos aprender.
El Programa en Melilla es posible a través de la FYME y gracias al acuerdo suscrito con el Ministerio de Educación y de Formación Profesional. Además han participado y colaborado también la Consejería de Bienestar Social de la Ciudad Autónoma de Melilla y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de su convocatoria del 0,7%.