Día de la Paz 2020 en el CEIP Príncipe Felipe
David Ugarte es el director de uno de los centros MUS-E de referencia, no sólo en Ceuta, donde se ubica el CEIP Príncipe Felipe, sino en toda la Red MUS-E. Con él hablamos sobre la importancia del Programa, con el que el centro se vuelca a todos los niveles.
El MUS-E en el CEIP Príncipe Felipe lleva desarrollándose en las aulas del CEIP Príncipe Felipe desde el año 2000 y en todo este tiempo ha sabido adaptarse a las necesidades del centro.
Un trabajo por proyectos donde el MUS-E juega un papel clave
En el CEIP Príncipe Felipe disponen de un sistema de trabajo estructurado por proyectos, los cuales siempre se han vinculado al MUS-E. En los últimos años, ha sido el Plan Lector el que ha ido de la mano del Programa, lo que ha permitido y permite que se crezca en todas las direcciones.
“Un año, la temática del Plan Lector era Julio Verne y todas las actividades iban destinado a ello. Otro curso, le tocó el turno al cómic y todo lo que se hizo iba en esa dirección, hasta el punto de que el propio centro educativo se convirtió en un cómic”, nos explica David Ugarte, director del CEIP Príncipe Felipe, sobre cómo en ese trabajo en red entre el Plan Lector y el Programa MUS-E todos salen ganando. Para ese curso, se está trabajando sobre la temática de las Comunidades Autónomas, como nos explica Violeta Gómez, la artista MUS-E de Plástica que desarrolla su labor en el CEIP Príncipe Felipe: “Trabajamos los escudos, las banderas. Vamos a tratar también el tema de las comidas típicas de cada Comunidad Autónoma“.
Una retroalimentación, en definitiva, entre el Plan Lector y el Programa, que hace que el MUS-E se potencie y se trabaje a la vez que esa labor sirve para nutrir y dotar de contenido a otros proyectos.
El MUS-E como un sentimiento de pertenencia
Con 390 alumnos y alumnas, el CEIP Príncipe Felipe se inserta en un complicado barrio “con familias en claro riesgo de exclusión social, que repercute directamente en los niños y en las niñas”, apunta David Ugarte. “Y unido a todo ello está el hecho de abordar a nivel lingüístico el aprendizaje del castellano ya que no es la lengua materna de estos niños y niñas. De modo que tienes que trabajar en dos vías: la motivación por un lado, porque si no está motivado el niño no va a aprender; y por otro las competencias lingüísticas”.
En este marco es por tanto fundamental abordar las competencias sociales y cívicas, porque la base cultural tiene también otras aportaciones desde las familias.
Y es aquí donde el MUS-E interviene con fuerza. “A nosotros el MUS-E nos aporta el trabajo de la palabra y de las emociones. Por ejemplo, un curso que llegue el carnaval y se te llene con los 300 padres y madres en los colegios a ver el desfile, las comparsas, es algo único. Los niños/as trabajan la letra, hacen los disfraces con Violeta. Desde enero todo va destinado al carnaval”.
Y este sólo es un ejemplo de cómo el MUS-E es parte de la familia educativa del CEIP Príncipe Felipe. Hasta el punto de que, en palabras de David “el MUS-E genera sentimiento de pertenencia. El Programa está muy arraigado en las aulas”.
En esta dirección, fue clave tocar algunas teclas para mejorar la presencia del Programa en el entorno educativo. Para conseguir la implicación de todas las esferas. “En un momento dado, buscamos más implicación por parte del maestro cuando llegaba el artista”. Algo que se obtuvo y que permitió un esquema de trabajo donde todos y todas remaban con los objetivos claros y en la misma dirección. “Todo camina hacia una temática, todos unidos, todos sabemos cada curso lo que tenemos que hacer”.
El MUS-E permanece
Porque como ocurre en los centros de la Red MUS-E, cuando acaban las sesiones la presencia del Programa no termina. “El MUS-E tiene que trascender, tiene que quedarse. No se acaba cuando finaliza la sesión. Con el MUS-E por ejemplo hicimos un concurso de mascotas. Bibilin fue la mascota elegida y se quedó como mascota”.
Otro de los ejemplos de esta labor del MUS-E en las aulas y su implicación lo podemos en un trabajo de concienciación sobre el coronavirus y cómo actuar y moverse por el colegio, a los pocos días de la reapertura de las aulas, a inicios del curso 2020-2021. Estos trabajos, que giraron alrededor de la Educación Vial, también fueron fruto del binomio Plan Lector-MUS-E.
O en el Día Escolar de la Paz y de la No Violencia, celebrado cada año el 30 de enero y para cuya edición de 2020 el centro se volcó de lleno.
Pero para que se consiga esta realidad con el MUS-E, para que el Programa se arraigue y se quede en los poros de toda la jornada lectiva, día tras día, es necesaria una cosa: “Que esté dentro del horario escolar”, señala rotundo. “El MUS-E nos aporta hacer las cosas de una manera diferente. Es tan importante como el resto de clases y asignaturas. Aprendes de una manera activa, divertida. Los niños/as siguen aprendiendo”, apunta.
“Ese cambio de chip que trae el MUS-E hace que muchos niños/as lleven esas buenas vibraciones, esa participación, ese espíritu, al resto del horario escolar. El MUS-E interviene en el día a día del centro más allá de los valores, que también”.
El reto del trabajo con las familias
Para David hay una cuestión sobre la que poner el foco en el futuro, como es el de las sesiones con familias. Nos explica las razones de esa necesidad. “La pandemia nos cortó en seco el tema de las familias. Violeta trabajaba mucho con ellas pero no lo pudimos recuperar. Y dentro del trabajo con familias, cuando se podía, eran pocas y sólo madres. Es muy complicado llegar a ellas, hay entornos complicados”.
Un futuro siempre con el MUS-E
En un CEIP Príncipe Felipe “sin problemas de absentismo”, el director asegura que el porvenir tiene que ir ligado al Programa sí o sí. “No me planteo el colegio sin MUS-E. Sin el MUS-E perderíamos casi todo”.
El Programa MUS-E se desarrolla Ceuta a través de los acuerdos de la FYME colaboración del Ministerio de Educación y Formación Profesional. También han contribuido la Ciudad Autónoma de Ceuta y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de su convocatoria del 0,7%