La artista del Programa, que se implementa en este centro de Galicia, analiza cómo ha sido el devenir de su labor con la Danza y el impacto en el alumnado.
«De forma general ha sido un periodo satisfactorio dentro de las limitaciones y los retos que nos ha puesto la pandemia en este trabajo. La participación activa de las niñas y niños así como la de los docentes es constante y siempre demuestran una gran motivación y gusto por las actividades de danza que les he propuesto.
»Tanto los alumnos/as como sus tutora y ayudantes han estado siempre acompañándome en la organización y gestión del espacio y sus necesidades. El trabajo realizado en cuanto a contenidos de la disciplina de Danza ha pasado por la conciencia corporal, coordinación, ritmo, vocabulario motor de pasos base, gestos y otras acciones. Las técnicas específicas fueron la danza tradicional y la danza creativa. También hemos trabajado en una sesión las conexiones posibles entre las Matemáticas y la Danza.
»Con la danza tradicional he fomentado la diversidad cultural pasando por bailes de rituales como el Carnaval a otros de socialización como la Danza del Rogle de Catalunya. Con la danza creativa he fomentado la imaginación y la inteligencia emocional, así como el cuidado y respeto por el otro y el ecosistema. También han tenido que responsabilizarse por crear una parte de una coreografía, creando pequeñas secuencias de movimiento individuales que debían interpretar solos. De esta forma se ha trabajado su autonomía y su participación activa en un producto artístico común.
Unas labores que se insertan en el CEIP Antonio Failde en el marco del acuerdo que tiene la Consellería de Educación, Universidade e Formación Profesional de la Xunta de Galicia con la FYME para desarrollar un Programa en el que también colabora el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de su convocatoria del 0,7%, la Consellería de Política Social de la Xunta de Galicia y la Fundación Paideia.