‘Bailando los opuestos’, o cuando es mejor sumar en equipo que combatir

En el CEIP San Ildefonso tienen claro, dentro del Proyecto ‘Arte Acción Creación 2020’, que es mejor sumar que luchar o combatir. Y este ejemplo es buena muestra ello.

Mario Marcol trabajó el ‘Baile de los opuestos’ en este centro educativo de Talavera de la Reina y cumplió con dos objetivos del Proyecto ‘Arte Acción Creación 2030’, que son capacitar al artista a la vez que se difunde el Arte.

Él mismo explica el desarrollo de esta actividad que tan bien encaja en la idea del Proyecto ‘Arte Acción Creación 2020, que se desarrolla Ministerio de Cultura y Deporte.

El trabajo que hicimos en las sesiones MUS-e de 3º y 4º de primaria del CEIP San Ildefonso de Talavera de la Reina lo iniciamos preguntando, ¿qué son los antónimos? ‘Algo de Lengua’, decían algunos niños y niñas. Cosas que son opuestas, diferentes. Pero, ¿cuáles conocéis?”, apunta Mario Marcol, artista de Danza, sobre este novedoso trabajo.

Noche/día; bueno/malo; gordo/flaco; alto/bajo, etc.”, le decían. “Podíamos haber seguido durante horas. Pero en las sesiones de Danza queríamos explorar la manera en la que nos movemos y para eso utilizamos algunos opuestos, antónimos que nos servirían para modificar nuestra manera de movernos”, prosigue.

Así, los opuestos que elegimos fueron rápido/lento, amplio/estrecho, directo/indirecto, aunque vimos que podíamos haber utilizado otros muchos como arriba/abajo, pesado/ligero, etc”.

«Tras una exploración individual sobre los opuestos pasamos a trabajar en parejas donde se hizo una dinámica en la que al principio debían seguir la manera de moverse de la persona que llevaba el liderazgo. ¿Es el espejo? Preguntaban, pero no era así. Si la persona que llevaba el liderazgo se movía rápidamente el otro miembro de la pareja debía hacerlo así pero no necesariamente con los mismos movimientos. Esto ya generó una dificultad porque cuando bailamos y también en nuestro día a día a veces es más fácil copiar a los demás que seguir nuestro propio camino o manera de movernos. Esto se intensificó cuando pasamos a que la persona que seguía debía moverse con la manera opuesta a la de la persona líder. Por ejemplo, si se movía con movimientos directos, que dibujaban líneas rectas en el espacio, debía utilizar movimientos indirectos, que dibujan líneas curvas.

»No sólo se generó una dinámica muy interesante en las formas, sino que además celebramos la individualidad de cada persona, lo importante de diferenciarnos en momentos a los demás. Por último, vimos que, en el mundo, muy marcado por estos opuestos o dualismos no sólo existen dos opciones sino un gran abanico de posibilidades entre medias».

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