
Ángela Peris, artista de la FYME en Cataluña, trabaja en la Red MUS-E con el Yoga, la Danza Creativa, las Audiovisuales y el Teatro Físico. En la línea de seguir exponiendo la labor de nuestras artistas, conversamos con ella acerca del desarrollo de sus disciplinas, su relación con el Programa, el mundo en pandemia.
“El aporte del MUS-E en las sesiones de Danza Creativa, Audiovisuales, Teatro Físico y Yoga es un aporte existencial”. Así de precisa y de contundente arranca nuestra conversación con la artista Ángela Peris, quien repasa todos los puntos que de la relación entre MUS-E y las disciplinas por ella mencionadas y trabajadas. Y hay hueco para tratar de entender cómo ha sido el mundo educativo MUS-E en un contexto de pandemia y para, como en el caso de sus compañeras de Extremadura y de Melilla, vincular el Yoga con algo más que una práctica reducida a una serie de ejercicios y sesiones. Cree Ángela que el Yoga va más allá de esto y ayuda a abrir la mente para absorber otros conceptos educativos.
¿Cuál es el aporte del MUS-E en el marco educativo en el que te mueves?
El aporte del MUS-E en las sesiones de Danza Creativa, Audiovisuales, Teatro Físico y Yoga es un aporte existencial. Cuando nos presentamos a los tutores/as y a los centros lo hacemos desde una vertiente más artística, pero cuando entramos en materia, todos y todas nos damos cuenta de que el vínculo emocional con el grupo y con el tutor y la tutora es asistencial, de ayuda emocional.
En el tiempo que hemos heredado esta pandemia, que ahora parece que persiste, la transmisión en directo, a través de las pantallas, de las nociones del Yoga y de la Danza hacen crecer el programa en el sentido de que hacen crecer de forma transversal a todos los centros MUS-E, tanto a nivel nacional como internacional.
Uno de los recursos que en Cataluña que tiendo a utilizar es una presentación en la que doy a entender que a través de esta red MUS-E el arte es una manera de estar unidos sin hilos y de forma muy profunda.
¿Cómo estructuras tus sesiones?
La estructura esencial de una sesión de Yoga se basa en una primera introducción, con unos ejercicios de respiración vinculados a unos elementos auditivos, como puede ser una música, un instrumento que se toca en directo – yo uso el ukelele, los crótalos, campanas —y a menudo estas primeras sensaciones auditivas vienen de la mano de una historia, en la que los instrumentos tienen una historia y hablan de la importancia de contarla en voz baja. Historias que se cuentan de manera íntima, donde recurrimos a los secretos para confiar cosas sólo a la gente con la que tenemos confianza.
Al hablar de confianza parece sencillo poner este tema sobre la mesa, pero es una cuestión que tanto en adultos como en niños tendemos a evadir. Y es un ingrediente esencial para empezar a amasar todas las estructuras básicas de lo que es el Arte. ¿Si tengo confianza en mí misma podré llegar a más sitios? ¿Si soy más sincera conmigo misma, seré más tolerante con los demás? ¿Qué nivel de conexión genero con el otro si confío más en mí misma? ¿Puedo confiar en el otro si alguna vez me ha demostrado que no puedo confiar en él? El factor humano es algo que se va forjando a lo largo de la vida y la confianza en el ser humano no es algo sencillo, sobre todo con los grupos con los que trabajo. Y esto es algo esencial en las sesiones de Yoga.
“Al hablar de confianza parece sencillo poner este tema sobre la mesa, pero es una cuestión que tanto en adultos como en niños tendemos a evadir“.
¿Cómo ha sido tu trabajo MUS-E en el contexto de pandemia?
Trabajar y desarrollar la labor creativa — que yo concibo como algo artesano — en contextos de pandemia podríamos decir que es casi una labor épica.
He buscado trabajar con los fantasmas, a través de ideas adquiridas. He querido trabajar con los niños niñas de 5º y 6º de Primaria los conceptos de oscuridad y que ellos/as pudieran sacar historias, de avatares que surgieron de máscaras que ellos se hicieron en casas. A través de todo ello, de trabajar con velas y linternas, de cambiar la estancia, los niños pudieron trabajar en sus casas un mundo que quizá en otro contexto no se hubiera dado. Eso para mí fue un regalo. En parte por estar conectada con otras plataformas.
Las mascarillas son un impedimento físico. Es una barrera de papel, que hace trabajar con más lentitud. Pero cojo los impedimentos y trato de convertirlos en algo positivo y la lentitud nos hace convertirnos en personas más amables.
Más allá y/o por encima de todas estas circunstancias, ¿qué ha proporcionado el MUS-E a los centros en los que ha estado presente?
El Yoga, la Danza Creativa, el Teatro del Cuerpo, han aportado una base de confianza, sobre todo en la gente que en este contexto de pandemia ha venido a visitar los centros. Nosotros, gracias a los esfuerzos casi faraónicos que ha hecho la FYME desde Madrid, hemos conseguido estar presencialmente en los centros y eso ha generado mucha confianza y ha demostrado que la presencia tangible del artista en el aula genera un elemento sorpresa, vivo, diferente, menos asfixiado por el día a día de la educación reglada. Ello hace que se viva la disciplina que nosotras trabajamos de una manera más esencial.
¿Cómo te llega a ti el MUS-E? ¿Qué te ofrece?
Para mí, como artista, el MUS-E sigue siendo un misterio que siempre busca el equilibrio entre las contradicciones, entre los momentos muy intensos y duros del día a día y los momentos mágicos que te recuerdan a veces a estadios que solo se viven en las artes escénicas. Estadios de placer que se relacionan con un público con el que fluye la relación y la comunicación no verbal de una manera extraordinaria.
“Para mí, como artista, el MUS-E sigue siendo un misterio que siempre busca el equilibrio entre las contradicciones, entre los momentos muy intensos y duros del día a día y los momentos mágicos“.
Como artista el MUS-E en el ámbito del Yoga me hace creer en la base del Arte. Me acerqué al Yoga porque tenía una parte meditativa y de concentración, de introspección, que me atraía mucho desde el inicio, a pesar de tener momentos muy enérgicos, explosivos, derivados de mi personalidad.
Pero sin duda el Yoga podría ser la carta de presentación a lo que podría ser la base de cualquier Arte: una base que aporta calma, seguridad, lentitud y sobre todo una constatación de que tenemos en la sociedad muchos prejuicios que con la práctica del Yoga se pueden romper. El Yoga me ha hecho entender que el niño niña, con una base de Yoga, se puede abrir a otras disciplinas porque ha adquirido una base de comprensión, de calma, de escucha, que es intrínseca a lo que es la apreciación del Arte, del respeto y de quedarse atónita ante la belleza, sin rodeos.
El desarrollo del Programa MUS-E en Cataluña se produce con la FYME y el marco del convenio de colaboración con el Departament d’Educació de la Generalitat de Cataluña. También se ha contado con el Consorcio de Educación, el Ayuntamiento de Barcelona y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de su convocatoria del 0,7%. Los Ayuntamientos de Palau-solità i Plegamans, Sabadell y El Prat de Llobregat igualmente han tomado parte.