Andrea Sánchez y la FYME unieron sus caminos en 2017, cuando ella llegó a la Fundación para realizar unas prácticas que le cambiaron la forma de ver muchas cosas. Andrea, ahora profesora en el CEIP Vicálvaro, entró entonces en contacto con el MUS-E. Y ello ha dejado un arraigo muy fuerte en ella, tanto en su vida laboral como personal.
¿Quién es Andrea?
Soy maestra. Siempre me he dedicado a los niños, clases particulares, campamentos y ahora estoy de profesora en el CEIP Vicálvaro. Imparto Lengua y Valores . Estoy empezando a trabajar, porque me he estado formando hasta ahora.
¿Cómo conociste la Fundación?
Yo estaba haciendo un Máster de Psicología de la Educación en la UAM y una de las prácticas que ofrecían era en la FYME. Mi objetivo era trabajar en esa rama educativa de la psicología y lo que me daba la Fundación Yehudi Menuhin España me encajaba. Miré la web, vi que trabajaba con muchos colegios y que tenían bastantes proyectos y eso me llamó la atención y me impulsó a escoger a la FYME para las prácticas.
Tu paso por la FYME fue en el curso 2017-2018. ¿Qué es lo primero que recuerdas?
Cuando llegué y me dieron un paseo por la oficina, recuerdo arrancar el trabajo con José. (Andrea se refiere a José Manuel García-Muñoz, asesor Pedagógico-Artístico de la FYME). En ese inicio, lo primero que hice fue visitar a los artistas, para ver desde dentro cómo funcionaba el Programa MUS-E.
Necesitaba saber cómo trabajaban los artistas, porque iba a redactar un trabajo sobre las competencias en educación para poder ayudarles. Al final ellos no tienen una formación docente y yo cubría esa parte con la redacción de ese trabajo, que luego se les dio en la documentación a los propios artistas. Mientras que lo iba elaborando me apoyaba en lo que los artistas iban haciendo, una labor dual, con dos vías: ver cómo se trabaja en y con los artistas y a la vez poder ayudarles en su labor.
Tras las prácticas, seguiste muy vinculada a la Fundación y tomaste parte en acciones relacionadas con Derechos Humanos y otros proyectos de la FYME.
Sí, porque no quería bajo ningún concepto perder el contacto con la FYME. El voluntariado era una forma de seguir ayudando y trabajando.
“El MUS-E me ha enseñado que yo como persona puedo trabajar de muchas maneras, más allá de la clásica con tus libros y tus cosas”
¿Qué impronta dejó la FYME en ti, tanto a nivel personal como profesional?
La FYME me ayudó mucho. Al final, dentro de la carrera que yo estudio te forman mucho en cuanto a conocimientos pero no tanto a desenvolverte en las aulas, a ver más allá de nuestra profesión. El MUS-E me enseñó a eso, a que yo como persona puedo trabajar de muchas maneras, más allá de la clásica con tus libros y tus cosas.
El MUS-E me ayudó a crecer dentro de mi futuro profesional y a ver y a entender que las personas, a través del Arte, pueden fluir de muchas maneras. Y eso es una realidad que sin el MUS-E quizá no puedas ver.
Es como si el MUS-E te hubiera legado un poso humano…
Totalmente. Fíjate, hasta el punto de que decidí, desde que entré en contacto con el Programa, que el día que trabajara en un colegio público haría lo posible para que ese centro tuviera MUS-E. He vivido el MUS-E desde las dos caras de la moneda: desde la óptica de la FYME, en el lado de los artistas, y ahora como profesora. He podido observar desde todas las posiciones y eso me da un sentimiento de que el MUS-E me gusta todavía más. Ahora que soy profesora y puedo participar yo me parece maravilloso. La implicación desde todas las partes para que el Programa funcione es espectacular. Todo lo que pretende la FYME de unión entre colegios, niños y Fundación se está cumpliendo. A mí esta realidad me está llegando y supongo que será de vuestro agrado. MUS-E es creatividad, imaginación, unión, grupo, deseo de hacer una pequeña sociedad dentro del aula. Repito, es maravilloso. Vaya donde vaya transmito el mensaje MUS-E.
“MUS-E es creatividad, imaginación, unión, grupo, deseo de hacer una pequeña sociedad dentro del aula. Repito, es maravilloso. Vaya donde vaya transmito el mensaje MUS-E”
Pues mejor no te ha podido ir, porque ahora en este curso 2020-2021 estás de profesora en el CEIP Vicálvaro, uno de los clásicos de la Red MUS-E en Madrid.
He tenido mucha suerte. Cuando me di cuenta de que me daban un puesto de trabajo como profesora ahí lo primero que me vino a la mente fue que estuve con un artista en el CEIP Vicálvaro, que es un colegio emblemático, en mis días de prácticas con la FYME. Y recuerdo que me gustó mucho.
El MUS-E te ha dejado huella, camina contigo. ¿Has podido aplicar la Metodología MUS-E en tus clases en el CEIP Vicálvaro?
Sí que es verdad que desde mi asignatura hay algún ejercicio parecido a algunos de los presentes en las formaciones MUS-E que hacíamos para profesorado. Este curso Jesús (Andrea se refiere a Jesús Lerín Delgado, responsable del Área de Derechos Humanos de la FYME) ha venido al CEIP Vicálvaro a hacer sesiones MUS-E de Danza y Derechos Humanos e hizo una actividad que ha sido muy parecida a alguna que he hecho yo en mis asignaturas de Lengua y de Valores. Ya que la he aprendido y es útil y muy válida, pues aplico la Metodología MUS-E.
¿Cómo recibe el alumnado esta filosofía MUS-E en tus clases?
Pues al ser algo que se sale un poco fuera de la norma, de lo que ellos están acostumbrados, los peques lo abrazan con mucho entusiasmo. Trabajo con 1º de Primaria. Sí han tenido MUS-E en Infantil, pero no lo reciben igual que alguien de 6º de Primaria, que ya ha trabajado MUS-E durante más cursos. Mi alumnado ya no tiene tanta vergüenza y podríamos decir que adoptan la filosofía MUS-E que hay en mis clases con otro tipo de motivación.
Este año, por la pandemia de la COVID-19, todo es diferente. Y la educación no es una excepción. Tú viste y viviste el MUS-E antes de la pandemia y ahora ves y vives el MUS-E en plena alerta sanitaria. ¿Qué ha cambiado?
Se notan muchos las limitaciones, la distancia física sobre todo. Porque en el MUS-E uno de sus valores es el de unir; ese contacto fuerte que ahora, en el aspecto eminentemente físico, no se puede dar. Las medidas sanitarias han limitado estos aspectos del MUS-E un poco, pero al final no te queda más remedio que buscar otro tipo de estrategias y seguir adaptando esos objetivos que persigue el MUS-E a la situación actual. Sin embargo, sí hay cosas que terminas echando en falta.
Los abrazos, el contacto…
Eso es. Piensas que antes hacías un juego con esas realidades y ahora… Sí que intentamos trabajar la idea de que aunque estemos lejos físicamente, estamos cerca. Nos sentimos cerca. Creo que esa idea fuerza de la FYME es muy necesaria.
Puede haber distancia física pero no social
Correcto. Estamos muy acostumbrados a los abrazos, a ese contacto. Pero disponemos de otras vías para acercarnos, para sentirnos cerca, como pueden ser los gestos, las buenas palabras. Y es imprescindible seguir usándolas.
Por lo que deducimos que la comunicación verbal se ha de revalorizar y más en un caso como el tuyo, que impartes la asignatura de Lengua.
Tenemos un idioma muy rico y con las palabras podemos llegar a decir muchísimas cosas. El problema es que estamos muy acostumbrados, porque siempre ha sido así, a que cuando damos un abrazo estamos demostrando nuestro cariño. Ahora estamos aprendiendo a poder transmitir lo que de verdad sentimos. Queda trabajo por delante, porque no es lo mismo expresar lo que uno siente con palabras. Pero a la vez pienso que el poder de la palabra es muy fuerte.
“Lo presencial es fundamental. MUS-E presencial es clave. A través de la pantalla no se pueden transmitir tantas cosas como en vivo”
¿Algunas de estas cosas MUS-E que estamos aplicando en esta situación de pandemia nos valdrán para el futuro?
Lo presencial es fundamental. MUS-E presencial es clave. A través de la pantalla no se pueden transmitir tantas cosas como en vivo. Vale, no te puedo tocar, pero se puede llegar a profundizar mucho con los gestos, con las caras, aunque se nos vea poco. Este proceso no está enseñando mucho pero más allá de eso pienso que el MUS-E debe ser algo que esté (físicamente) presente.
¿Eres optimista de cara al futuro?
Sin ninguna duda. Estamos dando un vuelco a nuestros pensamientos y costumbres. De todo se aprende, podemos salir hacia adelante. Soy muy optimista, vamos a salir bien, con muchas ganas y trabajo por parte de todos.