El ser humano cuenta con multitud de prejuicios en su haber. Tendemos a prejuzgar a los demás, generalmente, de forma negativa, siendo el aspecto físico uno de los más generales. 

Un primer vistazo sirve para “conocer” cómo es alguien y despertarnos la simpatía o antipatía prácticamente de inmediato. Cuestiones como la altura, el color de pelo, de piel, el peso, pecas, acné, asimetrías… nos auto imponemos un canon de “belleza” al que revestimos de toda clase de valores positivos, mientras que las diferencias, las cargamos de connotaciones negativas.

El mejor ejemplo de esta cuestión son los monstruos tanto literarios como cinematográficos en contraposición a los héroes. Mientras los últimos son seres físicamente “perfectos” los primeros son descritos, generalmente, como seres llenos de deformidades o características físicas grotescas. Quizás eso influya en nuestros prejuicios.

Pero los prejuicios son eso, cuestiones, ideas previas que nos hacemos sin ninguna base real. Por eso no conviene dejarnos llevar por ellos. Y lo que es más importante, debemos aprender que nuestro propio aspecto físico NO nos define como persona.

Eso es lo que reivindican los alumnos y alumnas del IES Montes Orientales de Andalucía en el siguiente vídeo donde interpretan una canción con percusión corporal que habla de las apariencias, estereotipos, de cómo nuestra apariencia no define nuestra personalidad y cómo la palabra “diferente” no es algo malo. En definitiva, habla de no juzgar a los demás por su apariencia. Habla, pues, de igualdad:

El programa es posible gracias a la colaboración del Ministerio de Igualdad ,la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía,  la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de su convocatoria de Subvenciones 0,7%