El ajedrez conquista el CEIP Ramón y Cajal de Ceuta que celebra su primer torneo RyCajal

 

El ajedrez, conocido como el “juego ciencia”, ha demostrado ser mucho más que un simple entretenimiento. A lo largo de los años, este milenario juego de estrategia se ha convertido en una herramienta pedagógica valiosa en el ámbito educativo. Sus beneficios educativos son ampliamente reconocidos, ya que el ajedrez no solo estimula el pensamiento lógico y la concentración, sino que también fomenta habilidades cognitivas, sociales y emocionales en los jugadores de todas las edades.

Es, además, un “arte”, entendiendo como tal que es capaz o fomenta la creatividad del que lo practica pues debe anticipar, innovar y sorprender a su compañero de tablero. Motivos por lo que se cuenta entre las disciplinas que se trabajan en los centros educativos como el CEIP Ramón y Cajal de Ceuta.

Y es que, durante los días 11 y 12 de mayo, los alumnos de Infantil y Primaria de este centro han realizado su I Torneo de Ajedrez RyCajal. Un torneo que se ha desarrollado en dos fases como explica la jefa de estudios del centro, Rocío Fuentes.

La primera jornada ha sido de exhibición en el que los alumnos y alumnas de Infantil y segundo de Primaria han demostrado lo aprendido a lo largo de las diferentes sesiones MUS-E llevadas a cabo en el centro para trabajar diferentes valores desde el arte.

Se han llevado a cabo tres rondas consecutivas en sistema suizo y un ajedrez viviente con 32 alumnas y alumnos de dos centros educativos.

Y es que a este torneo fueron invitados compañeros del CEIP Ortega y Gasset pues como señala Fuentes:

“El ajedrez también nos hace una llamada al respeto y a la admiración del oponente. ¿Qué más se puede pedir?”

Y es que, en ajedrez, los jugadores aprenden a respetar las reglas, a aceptar la derrota y a celebrar la victoria con humildad. Promueve la paciencia, la perseverancia y la capacidad de concentración, ya que cada movimiento requiere atención y enfoque. Estas habilidades son fundamentales para el aprendizaje efectivo y para el desarrollo personal y emocional de los niños y niñas. En resumen, no solo es un juego, sino una herramienta educativa que ofrece beneficios holísticos para los jugadores, fortaleciendo su mente, su carácter y su capacidad para enfrentar desafíos en la vida.

Sumemos a todo esto la diversión, pues en la segunda jornada realizaron una exhibición y la entrega de diplomas y medallas. Pero esto no es lo esencial, sino que, de forma casi inapreciable, el ajedrez también fomenta, aunque parezca extraño, el trabajo en equipo. Y es que aunque el niño juegue “solo” aprende que no hay pieza pequeña y que todos tenemos nuestra función en la sociedad, pues, por ejemplo, “el peón puede parecer una pieza insignificante pero realiza un función vital para el equipo. Sin el peón, el rey caería fácilmente derrotado” como explican los promotores del torneo del colegio.

Una dinámica de equipo que pudo verse perfectamente en el ajedrez viviente del que hablábamos un poco más arriba y que los niños y niñas de ambos centros disfrutaron enormemente como puede verse en esta noticia de un medio local.

El Programa en Ceuta es posible gracias a la colaboración del  Ministerio de Educación y Formación Profesional y la Ciudad Autónoma de Ceuta.

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